sábado, 26 de julio de 2014

Estoy de acuerdo.

Mirando hacia atrás....





Hoy se me ocurrió mirar hacia atrás y hacer un análisis de lo que ha sido mi vida hasta ahora.
No me arrepiento de nada, fue y es un viaje de aprendizaje continuo, y soy feliz de haber llegado hasta aquí.
Agradezco mucho a mis padre la educación que me dieron, los valores que me inculcaron, y la libertad de dejarme encarar la vida a mi manera, pero siempre ayudadme con sus sabios consejos.
Como ya les conté, nací en el ceno de una familia muy pobre y por ello estoy muy orgullosa, porque solo aquellos que pasamos necesidades sabemos valorar todo lo que logramos en este camino incierto que es la vida.
Siempre trabaje a la par con mi esposo, los primeros años de casados, los sueldos que teníamos nos daban para vivir holgadamente, salíamos a cenar frecuentemente, nos compramos un auto para ir a trabajar y también  pasear, fue una linda época de mi vida. Después vino mi hija  para hacer la felicidad completa.
No logre riquezas, tampoco las busque con vehemencia, siempre trabaje para poder vivir tranquila, sin pasar necesidades y disfrutando lo que más pude de algunos placeres simples como los que cualquier persona anhela. También lo hice para tener mi pensión en la vejez, que ahora  aunandola   con la de mi esposo podemos vivir sin carencias. Cuando somos jóvenes pensamos que la vejez esta muy lejos, que nunca nos va a alcanzar, sin embargo siempre llega y hay que estar preparados.
Mi camino no fue fácil, todo lo que logré, que no es mucho, fue con sacrificio, y estoy orgullosa de que así fuera.
Ahora ya en la tercera edad, vivo en paz conmigo misma, con mi conciencia tranquila, feliz de estar donde estoy,  haciendo lo que me gusta y en compañía de mi esposo mi hija y mi nieta que son lo mas importante de mi vida.

jueves, 24 de julio de 2014

Papá, que significa ser pobre?


Un padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre, lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina. Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo.
En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo:
- ¿Qué te pareció la experiencia?..
- Buena - contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia.
- Y... ¿qué aprendiste? - insistió el padre...
El hijo contestó:
1.- Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro.
2.- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín... y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos.
3.- Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumbrar nuestro jardín...mientras que ellos se alumbran con las estrellas, la luna y velas sobre la mesa.
4.- Nuestro patio llega hasta la cerca.y el de ellos llega al horizonte.
5.- Que nosotros compramos nuestra comida;...ellos, siembran y cosechan la de ellos.
6.- Nosotros oímos CD's... Ellos escuchan una perpetua sinfonía de golondrinas, pericos, ranas, sapos, chicharras y otros animalitos....todo esto a veces dominado por el sonoro canto de un vecino que trabaja su monte.
7.- Nosotros cocinamos en estufa eléctrica... Ellos, todo lo que comen tiene ese sabor del fogón de leña.
8.- Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas.... Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.
9.- Nosotros vivimos conectados al teléfono móvil, al ordenador, al televisor... Ellos, en cambio, están "conectados" a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su familia.
El padre quedó impactado por la profundidad de su hijo...y entonces el hijo terminó:
- Gracias papá, por haberme enseñado lo pobres que somos!
Cada día estamos más pobres de espíritu y de apreciación por la naturaleza que son las grandes obras del universo. Nos preocupamos por TENER, TENER, TENER y nos olvidamos del SER, SER, SER....

miércoles, 23 de julio de 2014

¡QUE IMPORTA CUÁNTOS AÑOS TENGO!.





No quiero pensar en ello. 
Unos dicen que ya soy vieja y otros que estoy en el apogeo. 
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte. 
Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos. 
Ahora no tienen por qué decir: Eres muy joven, no lo lograrás. 

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo. 
Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, y las ilusiones se convierten en esperanza. 
Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa  de consumirse en el fuego de una pasión deseada. 
Y otras en un remanso de paz, como el atardecer en la playa. 

¿Qué cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas... valen mucho más que eso. 

¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o setenta!. 
Lo que importa es la edad que siento. 

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. 
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos. 

¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!. 
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento. 

                               
      
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martes, 22 de julio de 2014

LA FELICIDAD.-

La Felicidad no está ni en el pasado ni en el futuro, es hoy.
La cosa más fácil, equivocarse.
El obstáculo más grande, el miedo.
El error mayor, abandonarse.
La raíz de todos los males, el egoísmo.
La distracción más bella, el trabajo.
La peor derrota, el desaliento.
Los mejores profesores, los niños.
La primer necesidad, comunicarse.
Lo que nos hace más feliz, ser útiles a los demás.
El misterio más grande, la muerte.
El peor defecto, el malhumor.
La persona más peligrosa, la mentirosa.
La mayor satisfacción, el deber cumplido.
El sentimiento más ruin, el rencor.
El mejor remedio, el optimismo.
El regalo más bello, el perdón.
El resguardo más eficaz, la sonrisa.
Lo imprescindible, el hogar.
La ruta más rápida, el camino correcto.
La sensación más grata, la paz interior.
La fuerza más potente del mundo, la fe en uno mismo.
Las personas más necesarias, los padres.
La cosa más bella de todas, el amor.

Teresa de Calcuta

lunes, 21 de julio de 2014

Siempre hay una salida.

Parece que hoy en día la violencia doméstica es algo así como una epidemia,
sinceramente no entiendo a las mujeres, porque soportan a alguien que las maltrata.
Siempre se puede salir adelante sin tener un hombre al lado.
Yo eduqué a mi hija y también a mi nieta para tener suficiente autoestima como para
no tolerar ninguna clase de violencia ya sea física o mental. 

domingo, 20 de julio de 2014

Algunos somos afortunados....


Foto: SABIAS PALABRAS ...




Hoy me levante pensando en lo afortunados que somos los que vivimos en  países  tranquilos,
donde cuando nos levantamos por las mañanas no tenemos de que preocuparnos, mas que de los deberes que contrajimos cada uno de nosotros.
¿Se imaginan viviendo en la Franja de Gaza, o en cualquier otro lugar donde hay guerra, o en lugares como en India, África u otros lugares donde la gente muere de hambre?, debe ser horrible.
Estaba mirando la tele, estaban entrevistando a una familia palestina, eran tres mayores y once niños. El periodista le pregunto a los niños mas grandes si tenían miedo, si lloraban, le contestaron, "sí miedo tenemos pero no lloramos, estamos acostumbrados al ruido de las bombas", en cambio la mamá  dijo, " yo sí lloro, lloro por ellos (señalando a los niños), no pueden disfrutar de salir libres a jugar, no van a la escuela, y no se hasta cuando vamos a poder estar aquí, porque no estamos en un lugar seguro".
Debe ser desesperante el vivir así, el no saber que decisión tomar, sintiendo los estruendos del bombardeo constante y tan cerca.
Los humanos somos los animales mas asesinos, maléficos y perversos que habitan este planeta, no solo matamos para alimentarnos como el resto de las otras especies, sino también por el goce del poder, por egoísmo, por apoderarnos de las riquezas de otros países, por discriminación, etc.
La verdad, siento vergüenza de pertenecer a la raza humana aunque no esté inmiscuida en ninguna de esas perversidades.