sábado, 2 de agosto de 2014

Que lindas!!!

Foto: Oh :3 =)

Todo tiene una razón.




Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos
 cuenta de que ésto pasa porque debe ser así para servir un propósito, para
 enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para
 enseñarnos lo que deseamos alcanzar. Tú no sabes quienes son estas personas,
 pero cuando fijas tus ojos en ellos, sabes y comprendes que ellos afectarán tu
 vida de una manera profunda.

Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas,

 pero en realidad entiendes que si no superas estas cosas nunca hubieras
 realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.

Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte;

 enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras
 tonterías, todo ocurre para probar los límites de tu alma.

Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada,

 suave y lisa. Una carretera directa, sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y
 segura, más empañada y sin razón.

La gente que conoces afecta tu vida. Las caídas y los triunfos que tú experimentas

 crean la persona que eres. Aún se puede aprender de las malas experiencias.
 Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.

Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, dale las gracias porque te

 ha enseñado la importancia del perdón, la confianza y a tener más cuidado de
 a quién le abres tu corazón.

Si alguien te ama, ámalos tú a ellos, no porque ellos te aman, sino porque te

han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida.

Haz que cada día cuente y aprecia cada momento, además de aprender de todo

 lo que puedas aprender, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de
 aprender lo que tienes que aprender de este momento.

Entabla una conversación con gente con quien no hayas dialogado nunca y

 escúchalos y presta atención.

Permítete enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto. Mantén

 tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho de hacerlo. Repítete a ti mismo
 que eres un individuo magnífico y créelo, si no crees en ti mismo, nadie más
 lo hará. Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela.

viernes, 1 de agosto de 2014

Dos minutos....


Las cosas después de un tiempo nunca son iguales, jamás la gente es igual al otro día, las costumbres van cambiando, los hábitos se van haciendo uno, la rutina nos va comiendo todos los días, las obligaciones cada día son más, las risas tal vez son menos, las caricias se van haciendo pocas y los besos ligueros.
Así es la vida, un camino lleno de colores, aromas, climas, sentimientos... de pronto hay días en que todo es color de rosa con aroma suave, sin embargo también hay días grises con aroma a viejo, a rancio.
Hay días cálidos como la primavera, pero también hay noches frías como el invierno. Hay momentos de alegría, risas, sueños, metas... hay momentos de caras tristes, de gritos, de ofensas, de enojos... La relación de una pareja es así porque se va haciendo cada día, minuto a minuto, es una historia que no está escrita.
Los hijos... llegan, pero de la misma forma se van y solo queda al final el amor y la compañía. Los hijos... esas personas chiquitas que nos enseñan tantas cosas, que nos hacen darnos cuenta de todos esos sentimientos que si tenemos y que son tan bellos.
Los hijos... que nos dan tantas lecciones de humildad, de sencillez, de inocencia, de capacidad de asombro, de poder aprender cosas nuevas todos los días... con esas sonrisas y esos ojos que nos dan tantas cosas con solo una mirada, con una caricia de sus manos tan limpias de todo.
Y sin embargo, a veces no tenemos la capacidad o el tiempo de detener nuestra rutina dos minutos y valorar todas y cada una de estas pequeñas alegrías de la vida.
A veces no tenemos el valor de asomarnos afuera de nuestra esfera y ver que hay cosas hermosas que mirar, y ver que de las cosas no tan hermosas también se puede aprender.
Toma dos minutos de tu vida, solo dos minutos y piensa en todo lo que tenemos, en todo el amor que está en el aire solo para respirarlo, todas las sonrisas que a veces no vemos por estar con la atención en otra cosas, todas las miradas tan profundas, todas las palabras que no escuchamos, todos los aromas, todas las texturas, todos los colores.
Tal vez después de estos dos minutos el amor vuelva a brillar...


 Iris Enríquez

jueves, 31 de julio de 2014

Sobre la vida.

Muchas veces nos preguntamos qué es la vida, y sobre todo nos inquieta el saber para qué es la vida.
Porque es muy triste estar en una sala de espera, sin esperar nada, vivir porque se tiene vida, pero sin hacer nada en la vida, sin esperar nada de la vida, sin darle un sentido a la vida; una vida inútil es una muerte prematura.
Vive de tal manera, que cuando mueras no tengas vergüenza de haber vivido; al contrario, te sientas satisfecho de haber vivido y de haber vivido tal como viviste.
La vida no es placer, la vida no es comodidad, la vida no es diversión, la vida no es turismo, la vida no es dinero, la vida no es confort; la vida tiene todo eso, pero la vida no es eso.
Como tampoco la vida es dolor, la vida no es lágrimas y llanto, la vida no es sufrimiento y pesadumbre, la vida no son problemas y angustias... la vida tiene todo eso, pero la vida tampoco es eso, precisamente.
La vida es cumplimiento del deber, llenar un puesto, cumplir una misión, contribuir al bienestar de los demás: eso es vivir.

miércoles, 30 de julio de 2014

Unas palabras para mi esposo.



Encontré este post y me pareció una buena idea dedicarle unas palabras a mi esposo.
Mi esposo es un ejemplo de persona, perdió a su mamá cuando tenía siete años, eran
ocho hermanos, Él era el menor. Como siempre pasa, o en la mayoría de los casos,
cuando falta la madre en el hogar todo se desmorona un poco, ese fue su caso.
Alguno de sus hermanos ya estaban trabajando en algunos establecimientos rurales y dos de sus hermanas ya estaban casadas.
Su padre trabajaba la tierra que poseían y cuidaba de los animales junto con un hermano
mayor, el se quedaba en la casa y debía ayudar a sus hermanas en los quehaceres del hogar, nadie se preocupo de mandarlo a la escuela, solo fue a la escuela un año. Debo decir que nació en una zona rural donde para ir a la escuela tenia que ir a caballo, porque esta estaba como a diez kilómetros.
A los nueve años se canso de las tareas del hogar, le dijo a su padre que se iba a trabajar
a un establecimiento de campo con casa y comida, un tambo. Su papá no lo detuvo, lo
dejo que fuera, no sin antes darle algunos consejos para que camine derecho en la vida.
Desde ese entonces, cuando corría el año 1950, hasta hoy, nunca dejo de trabajar,
siempre se arreglo solo, hasta el año 1970 que nos casamos, nos habíamos conocido un año antes.
Jamás, nunca pasamos ninguna clase de necesidades económicas críticas, como falta de comida
un techo donde vivir o vestimenta.
Ahora con setenta y tres años ya jubilado, podría descansar, pero  igual sale a trabajar tres o cuatro horas en la mañana como chófer de un camión en una fabrica de galletas que esta en
la esquina de casa.
Lo admiro por siempre luchar por la familia, por nunca bajar los brazos ante la primer dificultad,
por dejarme caminar a su lado, (ni adelante ni atrás), como debe ser, por haber salido siempre
adelante a pesar de todas las adversidades  que se encontró por su falta de escolaridad.
Muchas veces me pregunto, ¿de donde saca las fuerzas?.
Llevamos cuarenta y cuatro años casados, y aunque soy una persona muy poco demostrativa,
no soy de las que hacen caricias y dicen te quiero a menudo, hoy se va a sorprender cuando vea escritas estas palabras por mi hacia Él, "TE AMO".



martes, 29 de julio de 2014

Cuenta la leyenda.....




Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de asesinato. El culpable era una persona muy influyente del reino, y por eso desde el primer momento se procuró hallar un chivo expiatorio para encubrirlo. El hombre fue llevado a juicio y comprendió que tendría escasas oportunidades de escapar a la horca. El juez, aunque también estaba confabulado, se cuidó de mantener todas las apariencias de un juicio justo. Por eso le dijo al acusado: “Conociendo tu fama de hombre justo, voy a dejar tu suerte en manos de Dios: escribiré en dos papeles separados las palabras 'culpable' e 'inocente'. Tú escogerás, y será la Providencia la que decida tu destino”. Por supuesto, el perverso funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: “Culpable”. La víctima, aun sin conocer los detalles, se dio cuenta de que el sistema era una trampa. Cuando el juez lo conminó a toma uno de los papeles, el hombre respiró profundamente y permaneció en silencio unos segundos con los ojos cerrados. Cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y, con una sonrisa, tomó uno de los papeles, se lo metió a la boca y lo engulló rápidamente. Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon. —Pero, ¿qué ha hecho? ¿Ahora cómo diablos vamos a saber el veredicto? —Es muy sencillo —replicó el hombre—. Es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué. Con refunfuños y una bronca muy mal disimulada, debieron liberar al acusado, y jamás volvieron a molestarlo  “Nunca dejemos de luchar hasta el último momento. En momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Albert Einstein

lunes, 28 de julio de 2014

Vivir como si fuera el último día.



Todos los días deberían ser maravillosos, y pueden serlo. Deberíamos dar cabida a la cosas buenas para que se alojen en nuestros corazones.

Vivamos cada día como si fuese el último, no dejemos pasar un día sin haber hecho algo bueno para ti o para los que te rodean.

Es posible ser feliz,
es posible vivir una vida gratificante, en plenitud.

Todas las cosas malas se pueden revertir, si alguna vez has hecho algo malo o piensas que has actuado mal, no pienses que eso necesariamente te perseguirá hasta el último de tus días; no es así, cada día que abrimos nuestros ojos supone una nueva oportunidad para volver a hacer las cosas bien, una nueva oportunidad de recomenzar con nuestras vidas.

Vuelve a hacer planes, no dejes que el hastío y el aburrimiento te tapen el sol, haz de tus días un nuevo renacer, una nueva oportunidad para no cometer los errores del pasado.

Ríe, eso siempre te hará bien, te dará vida, juventud, y contagiarás a los que te rodean de buenas vibraciones. Te querrán y respetarán por tener siempre la palabra justa, la sonrisa cuando un rostro esté triste. Se feliz para que todo lo que haces sea hecho con mucho amor y cariño.

-Tú diriges tus propios sentimientos,
puedes sentirse como quieras-

Si te apetece llorar, no te reprimas, llora lo que haga falta, deja que todos tus sentimientos afloren para que puedas liberarte de todo lo que te aprisiona.

Ayuda a quien pide tu consejo, ofrece unas palabras, unas conversaciones con personas que lo están pasando mal. No sabes cuánto están deseando encontrar una persona que sólo le diga que "aquí estoy", "cuenta conmigo". Y aunque nada te diga, sentirá tu protección, alguien que sabe comprender por lo que pasan. Recuerda que los males de amores son los que no dejan avanzar, son lo que más cuesta sacar de nuestros corazones y de nuestra mente. Tu apoyo es muy importante.

Camina por la vida siendo una buena persona, sintiendo la brisa del aire que nos toca cuando caminamos, si vas por la vida con esa actitud tan positiva, extendiendo tus manos a quien lo necesite, serás una persona que siempre será recordada por su gran entrega.

Recuerda que no todos sonríen en este momento, tristemente hay muchas lágrimas derramas por todos lados, acércate a los que sufren, deja tu huella en este mundo.

-Regala amor-

No te guardes la bondad ni el amor, repártelo, entrégalo, regálalo, pero que no se quede sólo en ti, porque de nada te servirá el día de mañana. No hay que ser egoístas, deja cosas positivas en tu caminar por esta vida.

-Tú eres luz. -

Con tu ejemplo puedes dar luz al mundo, muéstrales a las personas que te rodean que se puede ir ayudando a la gente sin esperar nada a cambio, que la mejor recompensa la tendrás al final de tu vida.

Vive tu vida a tope, recuerda que todos estamos de paso por esta vida y que cada día es como subir a una gran escalera, rocuesta, pero cuando llegues a la cima y mires hacia abajo y veas toda la gente que se benefició de tu bondad, serás la persona más feliz de la tierra.

Busca en tu interior, reencuéntrate, se una persona que es capaz de renacer cada día, en cada amanecer y en cada momento del día.
Deja que el amor y la bondad inunde tu corazón para que tu interior se ilumine.
Da lo mejor de ti a quienes viven en tu entorno.

Recuerda que somos todos iguales, pero podemos hacer una diferencia si amamos a nuestros semejantes. Si somos capaces de amar, también seremos capaces de ser amadas.

Viviendo de esta forma y haciendo estas cosas, nuestros días serán maravillosos, por el sólo hecho de haber tenido bondad para con nuestros semejantes nos sentiremos mas felices.

Autor: Shoshan.

domingo, 27 de julio de 2014

Que es acompañar?


Simplemente estar ahí, presente,
al lado de quien te necesita.
No es indispensable hablar,
ni hacer algo especial.
Lo importante es comunicar al otro
que uno está unido con la alegría,
o la tristeza;
que está viviendo el ser querido.

Lo que vale es respetar siempre el pedido,
verbal o silencioso,
latente o manifiesto de compañía
o de soledad.

Acompañar es intuir la carencia del otro:
es cuidar, proteger, sin molestar o dañar.

Es tarea de amigos, de amores,
de seres que se sostienen
en la hermandad de los afectos.
Es un servicio de lealtad

Es un punto de contacto,
más cerca de los sentimientos invisibles
que de la mera proximidad
física, ostensible.

Se puede estar “cerca” de alguien.
También es posible estar unidos en la distancia,
y próximos en el corazón.

A veces los sentimientos se filtran
por las fronteras
inventadas por los mismos protagonistas.

Acompañar no es pared sino puente,
unión de almas.

Hay proximidades que agobian
y aíslan mucho más
que la soledad misma.

“Y qué le digo”?, preguntó alguien,
temeroso de sus propias emociones
ante el dolor de un conocido…

“No digas nada, absolutamente nada”,
respondió la sensibilidad.
Lo que importa es estar ahí
en el momento justo.