Llueve, llueve muchísimo,se siente el zumbido del viento, desde la ventana veo los árboles meciendose incontrolablemente, el día se ha vuelto oscuro. Se sienten los truenos, los relámpagos iluminan todo.
Mi nieta se ríe de mi porque le digo que los días de tormenta y fríos son los que mas me gustan y es que viendo acontecer todos esos efectos de la naturaleza juntos me doy cuenta que la tierra está viva. Y vienen a mi mente recuerdos de mi niñez, que aunque sabía que después iba a tener que aguantar los rezongos de mis padre, igual me descalzaba y salia a chapotear en los charcos y correr bajo la lluvia, esos momentos eran todo un deleite para mi.
Ahora, ese olor a tierra mojada, ese verdor del pasto, esas gotitas atrapadas en las telas de araña, el croar de las ranas fundidos con toda las turbulencias de la tormenta hacen que yo misma me sienta más viva que nunca.
Virginia Pollero.
miércoles, 8 de enero de 2014
domingo, 5 de enero de 2014
EL SAPITO. de Hector Gagliardi
-"El segundo Adelantado
fue... Don Pedro de Mendoza"
Lo dijo con voz gangosa
el "Sapito". abatatado...
Yo. que me había agachado
para poderle "soplar"...
La maestra entro a gritar:
-¡Ese niño bien sentado...!
Ya estaba arañando el cero
por no saber la lección...
Su tabla de salvación
fue la entrada del portero.
Con la maestra, primero,
no se qué hablo despacito,
y se fue con el "Sapito",
que salió más que ligero..
Yo no sé lo que pasaba...
la maestra nos miró...
después. .. al rato, tosió
con un algo que la ahogaba...
En silencio se sacaba
"las mentiras" de los dedos...
¡Y para colmo el recreo,
como nunca demoraba!
Después... hablo suavecito,
-ella que siempre gritaba-:
nos dijo. "que lamentaba"
"que a nuestro compañerito"..
"de que el Destino maldito
lo castigó con crueldad..."
¡Había muerto la mamá
de Luis Otero. "el Sapito"!
Como luz pensé en la mía
que siempre me reprochaba,
que a disgustos la mataba...
de que en la calle vivía...
Yo en mi casa me aburría..
no había con quien jugar...
pero... ¿podía preguntar
hasta dónde la quería?...
Al salir. con el "Pelado",
nos fuimos de una escapada.
Contra la puerta entornada,
uno de negro. parado...
¡me quedé más amargado!
Yo al Sapito. lo quería...
¡Siempre juntos desde el día
que fuimos a primer grado!
Aprendimos a escribir
y a copiarnos en pareja...
Y ahora quedaba sin "vieja"...
¡Cómo había de sufrir!...
Le iba a dar para elegir
la bolita que quisiera...
aunque fuese "la lechera"
que era todo para mi!....
Para casa dispare
sin pasar por "la cortada"...
Cuando mi vieja atareada
me iba a servir el café,
del batón me la agarré...
Y aunque la hice llorar,
con furia la entré a besar
como nunca la besé...!
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